Esta obra nos invita a una reflexión profunda sobre las carencias en el proceso de formación de los futuros abogados. Con una mirada crítica, el autor revela cómo la «escuela de derecho» tiende a limitarse a aspectos técnicos, dejando de lado componentes esenciales de la profesión, como la ética, el pensamiento crítico y la comprensión humanística. El autor resalta la importancia de integrar las humanidades en la enseñanza del derecho para formar abogados que sean capaces de interpretar y aplicar las normas con un enfoque más humano y consciente de su impacto social. Este libro nos hace repensar la educación jurídica, proponiendo un modelo que integre la teoría legal con una comprensión más profunda de los valores que deben guiar a los profesionales del derecho.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.