La definición es una estrategia de uso profuso… ¡tal como muestra este enunciado! Decir algo de ella supone su uso. Es la figura del perro que se muerde la cola. Para evitar en parte esta trampa, en esta compilación nuestro acercamiento es una interrogante básica compuesta: ¿Qué es y cómo se manifiesta esta habilidad lingüística en el contexto de controversias de opinión? Las respuestas provienen de distintos ángulos, que conjugan literatura filosófica, psicológica, lingüística, retórica y, por supuesto, aquella producida en la arena de estudios conocida como teoría de la argumentación. Con las incursiones intelectuales en la teoría de la argumentación, de los últimos decenios, que han intentado sitiar el concepto y uso de la definición, muchas disciplinas se han visto beneficiadas. Dos de ellas, evidentemente, son el derecho y la ciencia política. En esta compilación se deja evidencia de tales beneficios de manera explícita, y además se dejan trazos para beneficios potenciales que el lector de este libro puede proyectar.